26 de marzo de 2011

La meva terra

¡Buenas tardes!

Después de varias horas de espera en el aeropuerto, otras tantas montada en un avión, dos escalas en el camino y un cansancio que iba en aumento, el sábado por fin llegué a Barcelona. Reencuentro con mi madre y mis amigos (aunque sólo hayan pasado seis meses desde que me fui) y a descansar, pero sobre todo a disfrutar de todos ellos. El cansancio mental que llevaba acumulado, al igual que el resto de extranjeros residentes en Japón (sí, vuelvo a quejarme indirectamente de la cobertura que dieron los medios internacionales sobre el asunto), parece que ha ido desapareciendo con el paso de los días. Así que, si alguien estaba esperando que comentara algo sobre la situación de Japón, las centrales nucleares y un largo etcétera, siento desilusionarte pero dudo que vaya a volver a hablar de eso en el blog, al menos en mucho tiempo.

No me había dado cuenta hasta que he vuelto a Barcelona pero creo que mi visión de ella ha cambiado desde que vivo fuera. He estado viviendo aquí durante 24 años y siempre me he preguntado qué y cómo ven Barcelona los extranjeros. Desde mi punto de vista es una ciudad muy bonita, mediterránea, que ofrece muchas cosas, pero creo que al ser mi ciudad la veía con unos ojos distintos de como la ven los turistas.

Desde que he vuelto creo que mi visión ha cambiado, aunque sea sólo un poco, y ahora me fijo en detalles que antes quizá ni veía y, sobre todo, creo que la aprecio más. Así que a partir de hoy, cada día hasta que vuelva a Tokyo voy a escribir una entrada mostrando un poco más sobre mi ciudad, ya sea enseñando los edificios y lugares más famosos como detalles que a veces pasan desapercibidos incluso para los barceloneses.

Así que vamos al lío. Esta mañana me he ido con mi madre a la inauguración de un nuevo centro comercial en la Plaza España. Supongo que ya sabéis que en Catalunya se han prohibido las corridas de toros (creo que se hará efectivo el año que viene), así que las plazas de toros van a tener bastante poco trabajo. Como algunas de ellas se consideran patrimonio histórico y, por lo tanto, no se pueden tirar, hay quien ya ha sacado tajada de ello reconvirtiendo la Plaza de Las Arenas en un centro comercial.




Algunas tiendas ni siquiera estaban aún abiertas porque les ha pillado un poco el toro (mira, nunca mejor dicho xD), pero no está mal; hay un gimnasio, cines, restaurantes... Incluso han construido una cúpula a la que puedes subir y en la que hay una especie de pista de atletismo que, supuestamente, podrá utilizar cualquiera de forma gratuita (de ella no tengo fotos ya que había muchísssssima gente e incluso tenías que hacer cola, y creo que ya tuve bastante con hacer siete horas de cola la semana pasada en la oficina de inmigración de Tokyo :P).

Después, aprovechando que hacía solecito, hemos salido a tomar el vermutito por ahí y a disfrutar de las vistas del Parc de l'Escorxador ('Parque del Matadero' traducido al castellano, ya que ahí antes había, como se puede suponer, un matadero), en el que hay un monumento original (y bastante abstracto, todo hay que decirlo xD) de Joan Miró, llamado Dona i Ocell (Mujer y Pájaro).


Y éstas son un par de fotos de la Plaza España, la cual supongo que a alguien le sonará ya que fue aquí donde llegó la llama de la antorcha de los Juegos Olímpicos del 1992 y donde supuestamente, si aún no se ha apagado, sigue ardiendo.



¡Hasta mañana!

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